Siempre me llama la atención como parte de las conversaciones deriva siempre en historias de caca...pienso en que son dignas de relatarlas y nunca me tomo el tiempo necesario, así que creo empezaré con eso antes que se me sigan olvidando.La necesidad básica y generalizada de defecar nos une a todos, nos deja a todos igual de inefensos y no discrimina lugar ni momento. Hay quienes dicen tener sus "horas" de costumbre, pero la verdad es que no falta la ocasión menos apropiada en que hasta un estornudo es peligroso!
Se pasó el resto de la velada observando como los racimos se balanceaban con la brisa y rogando que la gravedad no hiciera de las suyas, dejando caer el "regalito". Nunca supe como terminaba la historia, pero a esa altura ya nadie escuchaba el relato....Un conocido una vez relataba que le sucedió la primera vez que fue a almorzar a la casa de su pareja. Presentación oficial en familia. Era una casa de campo de dos pisos, con una mesa larga debajo de un parrón, idílico. La familia entera reunida y un almuerzo de cuatro platos mas postre. Todo marchaba bien, ya había quebrado el hielo y tenía a los suegros en el bolsillo. Sin embargo después del pastel de choclo empezó a sentir esos retorcijones que anuncian la cuenta regresiva y supo que tenía que encontrar escusa para retirarse antes del postre....le susurro a su novia algo en el oído y dijo que debía llamar por teléfono a los demás -segundo piso mijito, le dijo la suegra, la recepción es mejor ahí. por suerte en el segundo piso estaba el baño principal, por lo que no dudó en ocuparlo, y como siempre en estos, casos se acabó el papel higiénico antes de lograr limpiarse por completo, recurrió al calzoncillo, pero el baño no tenía papelero y al tirar la cadena con el papel higiénico, el WC se tapó...obvio.
Demás está decir que ya la familia lo empezaba a llamar desde el la mesa para que se uniera al postre, pero él solo tenia ojos para el nivel de agua que subía y subía amenazando con rebalsarse, era obvio que no podría deshacerse de los calzoncillos por la misma via....tampoco podía lavarlos y usarlos mojados, ni volver a la mesa con ellos....por lo que no encontró nada mejor que lanzar el calzoncillo por la ventana, mientras rezaba que el nivel del agua fuera finalmente succionado por el WC....al fin el WC logró digerir todo su contenido y con el mayor de los alivios procedió a lavarse las manos y peinarse un poco, tanta lucha lo había dejado impresentable...
Bajó las escaleras y volvió a la mesa, todo marchaba excelente, el impass ya había sido olvidado y durante la sobremesa empezaron las conversaciones y los brindis. Se sintió animado a hacer un brindis por la hospitalidad de sus suegros, se paro y pidió que alzaran las copas, comenzó diciendo: _-quiero agradecer que me acogieran en esta familia,
tomo aire y levantó la cabeza para darle más importancia a sus palabras antes de seguir...pero en ese momento se dio cuenta que sobre el parrón a la altura de la cabeza de su suegro estaba su calzoncillo usado, colgando se unos racimos de uva....obviamente la inspiración se le fue por completo y un ataque de risa y tos nerviosa se apoderó de él.....