Vino o cerveza?

Los sacos de algodón le otorgan a la bodega una aire navideño....después de tantos años viendo disfraces de santa claus con barbas artificiales, me siento como en la antesala de un pesebre humano o una exposición de costumbres navideñas. A ratos me pregunto si estos sacos tuvieron una travesía parecida a la mía, también provienen de lugares mas cálidos, de horizontes lejanos, de costumbres distintas y horarios imperfectos en la locomoción colectiva. Algunos provienen de zonas de guerra y se dice entre los encargados de bodega que se ha encontrado hasta granadas dentro de ellos, pero las leyendas urbanas encuentran caldo de cultivo en todo el mundo, no?

...Llevo apenas unos diez minutos y ya soy incapaz de sentir mis piernas, no se cual es la lógica de lavar la lana en ríos tan fríos, si lo que se quiere es sacarle la grasa, nos traen un poco de licor de oro para pasar el frio y ya se escucha a los viejos decir que el sol esta tomando agua....es decir que se viene una semana de lluvia al menos. Como siempre Doña Orieta nos invita a tomar tesito frío al lado de la cocina a fuego viendo la comedia brasileña que ha causado furor en la isla....no me interesa realmente pero con tal de salir de este rió y entrar a una cocina tibia, soy capaz de mostrar interés en la gata salvaje y la usurpadora en la pantalla aglobada y desgastada del único televisor de la casona.

Pffff....no se como logre manchar mi cotona blanca, estando en un laboratorio donde todo lo demás también es blanco. La radio habla de nieve para la próxima semana y no tengo con quien comentarlo mas que con sistemas de control de calidad que me extienden sus metálicas manos en búsqueda de las muestras de hilado que coseche esta mañana, es interesante como luego de un par de horas comienzo a desarrollar una especie de relación con estas maquinas y hasta les he puesto nombre. Sumo, escribo, corto, peso, chequeo, muestra bajo el telescopio.....cuantas manos pasaron por estos metros de hilo? cuantas historias estarán aun por tejerse?? clasifico en algodón sudafricano, indio, brasileño, y de otras partes que no puedo ni leer ni mucho menos pronunciar.....trato de descansar los ojos mientras hierve el agua para mi infusión de hierbas y a lo lejos, obviamente veo un castillo rodeado de colores otoñales entre siluetas de un cuento medieval perfecto.

"de donde lo mariscaste?" me pregunta la señora Marta por un libro de tenidos naturales y no puedo evitar la risa por la expresión local y folclórica de asombro. No han pasado muchos días y el acento cantadito de esta isla mística ya me acompaña a todos lados y se apodera de mi voz a ratos y en los momentos mas inesperados. Por radio se anuncian cumpleaños y funerales de un islote a otro, es la manera de comunicarse entre familiares, anuncian una minga para este martes y la nuera de la señora Marta esta encargada de los chapaleles.....parece que pelare papas toda la tarde con la novela de fondo.....

Hoy se cumples dieciocho años desde que callo el muro pero hay mas rastros del ultimo mundial de fútbol que huellas de ese paso histórico a la democracia, al parecer en todas partes los países se avergüenzan de haber tenido pasados oscuros en vez de celebrar la reinvindicación.....no se si me alegra el poco sol de invierno que hay, al menos hoy viernes salgo temprano y alcanzo de ver algo de luz natural antes que el invierno oscurezca el día. Abro la puerta y exijo salir a celebrar este aniversario histórico, como si fuera parte de mi historia, la invitación es bien aceptada y en pocos minutos hay un sinfín de variedades de cervezas en la mesa....antes de terminar mi primer vaso ya esta oscuro afuera y apenas son las 6 de la tarde.

Tanto canto con guitarra y acordeón termina ganándole a cualquier estilo de música, hace rato que deje de reclamar y comencé a cantar a coro los refranes repetitivos, mientras corto hojas de nalca para que no se resequen las capas de comida, aunque después de tres días de lluvia esta tierra no tiene hambre ni sed de nada. Algo barbárico se desprende del hecho de haber conocido al cordero que ahora forma parte de mi plato y cuya lana hilare mañana, pero después de unos tesitos fríos y unas copas de vino para brindar por la nueva dirección de la misma casa que ayer estaba en otro islote, solo me sumo a la fiesta.